La extensión del fenómeno de los blogs en internet puede hacer no necesaria una definición de esta herramienta de comunicación, pero sus características dentro del movimiento internet 2.0 merecen la pena ser descritas, en la medida que recoge una nueva filosofía de la comunicació, basada en las conversaciones y en las aportaciones entre los creadores-seguidores de cada blog.
Según Alberto Ortíz de Zárate, un sitio web frecuentemente actualizado (una o más veces al día) compuesto de artículos generalmente breves que se disponen en orden cronológico inverso, donde uno o varios autores escriben libremente mediante una herramienta de publicación sencilla, y a la que se le añaden con gran facilidad fotos, audio y vídeo. En un blog, por tanto, no es el envoltorio lo que cuenta, sino el contenido.
Un blog es lo contrario del marketing de masas: no irrumpe en nuestras vidas, sino que consigue que los lectores lo sigan voluntariamente o utilicen mecanismos de sindicación del contenido de los mismos.
Quizá por eso los profesionales con un buen conocimiento de su área que crean un blog se convierten en una autoridad en el tema, y son seguidos por miles y miles de personas a quien pueden llegar a ejercer una gran influencia.
La potencia del blog como medio está en el carácter bidireccional de la comunicación. La conversación no hay que buscarla sólo dentro de cada blog, sino en la interrelación entre ellos (lo que a su vez le da relevancia)(*criterio de búsqueda de Google: actualización y relevancia)y a todas las conversaciones directas e indirectas que generan.
Uno de los valores fundamentales de los ‘blogs’ es la credibilidad. No es posible ganar credibilidad si no estamos dispuestos a entablar conversaciones de igual a igual. Y debemos saber ir donde se producen estas conversaciones; no esperar a que vengan a nuestra puerta y entablen un diálogo con nosotros.